Investigadores de la Universidad Carnegie Mellon trabaja en una diminuta batería creada a partir de nuestras propias sustancias químicas que podría ser colocada en una píldora: en la práctica, una central eléctrica en miniatura que podría administrar tratamientos para combatir enfermedades con una precisión y una seguridad que antes habría sido imposible de lograr.
EL FINANCIERO LEER MÁS...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario